La iniciativa trasladó a vecinos y vecinas de la comuna a los diferentes espacios de este afluente mediante la tecnología.
Una inédita iniciativa pudieron vivir vecinas y vecinos en situación de discapacidad y movilidad reducida, en la llamada la Ruta del Agua, que permitió dar a conocer la cuenca hidrográfica del río Maipo mediante la realidad virtual y la tecnología, en un esfuerzo realizado por la Oficina de la Discapacidad de la Municipalidad de San Antonio y la ONG Egea.
En concreto, los asistentes participaron de un taller de 2 horas, donde el público, proveniente de diversos centros comunitarios de rehabilitación de la comuna, pudo recorrer digitalmente los diferentes ecosistemas del afluente, conocer los aspectos relevantes para su conservación y observar la flora y fauna existente en el río.
Presente en la actividad estuvo la Alcaldesa Constanza Lizana, quien además de resaltar la importancia de la iniciativa, entregó un obsequio a los y las asistentes, enfatizando en la relevancia del cuidado en el medioambiente. “Es sumamente importante poder acercar a la Cuenca del Maipo a todos y todas sin exclusión, y así también, poder sensibilizarlos con la crisis hídrica que vivimos, poder conversar de las tremendas riquezas que tiene San Antonio y del cuidado de nuestros bienes comunes”, señaló la jefa comunal.
Por su parte, Paulina Quevedo, encargada de la Oficina de Discapacidad, destacó que “hace más de 2 meses y medio se estableció este vínculo con la ONG, la cual se destaca en torno a la educación ambiental y el trabajo con las comunidades históricamente excluidas y con discapacidad, tanto agrupaciones TEA o como también personas con movilidad reducida, por lo que vimos una gran oportunidad que no dejamos pasar”.
La actividad contó de dos sesiones, donde en primera instancia los presentes conocieron de parte de los relatores el ciclo del agua y la importancia del río para la biodiversidad; para luego sumergirse a la experiencia virtual de explorar el entorno y observar la naturaleza.
Una de las participantes del taller fue Irene Naranjo, usuaria del Cesfam de Llolleo, quien se mostró satisfecha con la iniciativa, señalando que “me encantó porque conocí varios volcanes que no los había visto, además de las reservas de agua y los humedales que hay. Pero lo mejor de todo es que nos ayuda a apreciar estos lugares a personas que no tenemos la posibilidad de llegar hasta allá”.
Por último, Nicolás Maturana, director de la ONG Egea, destacó el interés de los presentes manifestando que “este proyecto lleva dos años de ejecución, sin embargo, siempre es positivo cuando hay un interés mayor en conocer esta temática tan relevante para nuestro medioambiente”.