Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Prevención del Suicidio, una fecha que busca visibilizar una problemática muchas veces silenciada. El estigma y la falta de información clara dificultan que quienes atraviesan pensamientos suicidas puedan encontrar apoyo a tiempo, tanto en sus redes cercanas como en los equipos de salud.
“Esta es una situación dolorosa y compleja, pero en su base es una experiencia humana”, señala el psicólogo Daniel Contreras. “Tener pensamientos suicidas o haber pasado por experiencias similares, ya sea de manera personal o cercana, es más común de lo que creemos. Por eso es fundamental abrir espacios de conversación, donde podamos expresar lo que sentimos sin temor”.
El profesional destaca la importancia de buscar apoyo, tanto en amigos y familia como en las redes disponibles, entre ellas el recinto de atención de Salud Mental dependiente del Cesfam 30 de Marzo, que ubicado en Nápoles 1199, sector Villa del Mar. Además, para situaciones más complejas está disponible el Fono de Prevención del Suicidio * 4141, una línea gratuita, confidencial y disponible 24/7.
Para acceder a la atención de este establecimiento de Salud Mental, es necesario que los pacientes del Cesfam 30 de marzo hagan sus consultas en el mismo lugar para el tamizaje previo.
FACTORES DE RIESGO EN PRIMAVERA
El terapeuta advierte que, durante el cambio de estación, especialmente al pasar del invierno a primavera, se observa un aumento en los casos de crisis de salud mental. Esto se debe a una mayor exposición a estímulos ambientales, más luz natural y mayor actividad social, lo que puede intensificar ciertas emociones.
“Durante los últimos 20 años, los estudios han mostrado que en este periodo aumentan los intentos de suicidio, los suicidios consumados y otras crisis como episodios de angustia, pánico o cuadros depresivos severos”, explica.
Por ello, el llamado es a estar atentos a señales como la pérdida de sentido o disfrute en actividades que antes eran significativas: compartir con amigos, asistir al colegio o trabajar. El aislamiento social también es un signo de alerta importante, especialmente cuando las redes de apoyo se debilitan.
“El contacto social es clave para el bienestar. Cuando ese cuidado empieza a desaparecer, ya sea porque nos aislamos o porque las redes no están disponibles, es momento de buscar ayuda”.
Desde el Cesfam 30 de Marzo, el equipo de salud mental reitera su compromiso con la comunidad, invitando a todas las personas a informarse, conversar y sobre todo, no enfrentar esta situación en silencio.